ü
Diariamente
nuestra rutina se ve atravesada por nuestro ser alfabetizado.
ü Desde hace 10
años este encuentro con la información se ve amplificado y multiplicado por la
lectura de e-mails: esto cambió de forma drástica de lo que son las relaciones
sociales, trascendiendo las barreras del tiempo y del espacio.
ü
Todas las actividades
ligadas a la ciencia y a la tecnología, y más específicamente a la industria
del conocimiento, están ligadas a nuestro devenir alfabetizados.
ü
No menos
significativo es el poder de la alfabetización en el trabajo.
ü La
alfabetización es absolutamente determinante cuando de transmisión y de
conservación de la continuidad cultural se trata.
La alfabetización es mucho más que máquinas
ü
Las
computadoras personales aparecen a principios de los años 80. Al principio hubo
muy pocas máquinas en las escuelas, pero gracias a varias dinámicas
tecnoeconómicas combinadas su expansión se hizo exponencial.
ü
En USA ya en
1995 había una computadora cada 10 chicos, bastante lejos de la relación 1 a 3 ó 1 a 2, o de una computadora por chico, que
necesitamos para una socialización intensiva y plena en alfabetización digital.
ü
Las
computadoras pueden ser el fundamento técnico de una nueva y potenciada
alfabetización, que en muchos casos actuará del mismo modo que la actual
alfabetización letrada, y que tendrá una penetración e influencia profundas
comparables a la que hemos logrado gracias a la alfabetización masiva surgida a
partir de la imprenta.
ü
Una cosa es la
alfabetización informática
(conocimientos mínimos de manejo de equipamiento), y algo muy distinto es la alfabetización digital, entendida como
dominio de las competencias digitales. La alfabetización digital será
infraestructural o no será nada, y alcanzarla supondrá tener el mismo grado de
implicancia de los poderes cognitivos y de la socialización en mundos alternativos/afectivos,
como lo tuvo la pictografía, el alfabeto y la imprenta en sus respectivos inicios,
pero todos combinados y encima potenciados.
La proliferación de inteligencias materiales
ü
Para
diferenciar ambos objetivos conviene sustituir la idea de la alfabetización por
la de inteligencia material: añade y
recapitula el desarrollo espontáneo.
ü
Toda
alfabetización se han desplegado en torno a una triple adquisición. La primera
es material. No hay alfabetización sin inscripciones materiales externas a la propia
mente. Gracias a este procedimiento de externalización, volvemos portátiles
nuestras ideas. Leer un mapa, verificar una cuenta bancaria, planificar un
itinerario, averiguar precios en línea son distintas manifestaciones de esta
potestad.
ü
Estos saberes
materiales están altamente codificados, se estructuran en subconjuntos
diferenciados y se enhebran entre sí, permitiendo algunos procesos cognitivos e
impidiendo otros, creando nuevos mundos y obturando anteriores.
ü
El lenguaje
escrito, el más y mejor conocido de todos estos subsistemas, está organizado por
partículas elementales, se despliega en distintas capas y permite desde las comunicaciones
más banales, la mera transcripción de la cosa misma, hasta elaboraciones de un
grado de complejidad que aún hoy nos cuesta decodificar y reproducir mecánicamente.
Dependencia tecnológica y diseño alfabetizacional
ü
Los dos rasgos
cruciales de la materialidad de la alfabetización son su dependencia tecnológica
y su carácter de hecho social diseñado.
ü
Hubiese sido
inimaginable una alfabetización masiva
desde el Renacimiento hasta nuestros días sin un abaratamiento drástico del costo
del papel y de la difusión del lápiz, fácil de usar y portátil.
ü
Una de las
promesas más convincentes de la tecnología computacional es precisamente la
multiplicación de nuevas formas de inscripción de las ideas (hojas de cálculo,
imágenes procesadas electrónicamente, hipertexto), de patrones reactivos e
interactivos –interfases de juegos, interacción refleja en tiempo real, surfeo
contemplativo de una historia de misterio interactiva basada en imágenes–, de
almacenamiento y de transmisión –de los CD/DVD hasta las redes mundiales– y de
acciones autónomas –simulaciones del cálculo–.
ü
No se trata de
alabar la magia de la computación sino de revisar en la revolución anterior el
peso específico de los factores materiales en la evolución de la conciencia y
de la razón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario